Instalar un sensor de movimiento es una de las mejores decisiones que pueden tomarse en lugares de una vivienda o un bloque de viviendas por los que se produce mucho tránsito de personas. De esta forma no solo se evita el tener que encender y apagar los interruptores cada vez que se transita por un lugar, sino que se evita que la luz permanezca encendida más tiempo del necesario, con el consiguiente ahorro económico. Aunque todos los dispositivos de este tipo funcionan por infrarrojos, hay que tener en cuenta que no todos los sensores de movimiento son iguales ni sus usos son los mismos. Aprovecha estos 4 consejos para acertar en su elección y sacarles el máximo partido.
Antes de nada, planifica los lugares en los que vas a instalarlo
Un sensor de movimiento es una herramienta extremadamente útil, pero una mala planificación de su instalación puede hacer que no lo aprovechemos del todo. En primer lugar, la altura mínima a la que los fabricantes recomiendan instalarlo es de 2,5 metros, ya sea en el techo o en una pared. En el caso de un pasillo, un ángulo de detección de alcance los 180º bastará. Por norma general, cuanto más amplio sea el ángulo de detección que te permita abarcar, mejor.
Si la instalación se va a producir en exteriores, por ejemplo para iluminar un jardín, terraza o porche, es interesante adquirir el sensor de movimiento con cierta protección, como por ejemplo bajo un voladizo, tejado, etc. Ten también presente que el detector ‘localiza’ con más facilidad todo aquél movimiento que se desplaza de derecha a izquierda o a la inversa, que aquél movimiento que se dirige hacia él.
Piensa en ellos como elementos de seguridad
Un sensor de movimiento interior o exterior puede hacer tu casa más segura. La razón es que se activará en cuanto detecte la presencia de una persona en su área de detección. Y no hay nada que ahuyente más a un visitante inesperado que una luz inesperada que alarma sobre su presencia. Ten en cuenta que, aunque lo normal es conectar los sensores de movimiento a un punto de luz o a una lámpara, puedes conectarlo también a una alarma sonora, lo que hará que las prestaciones de tu dispositivo sean mucho mayores. También es posible programar un sistema de seguridad para que las cámaras de videovigilancia de exteriores se dirijan de inmediato a un lugar iluminado repentinamente por un sensor de movimiento.
Elige la forma de regulación que más te interese
Es posible regular el alcance de un sensor de movimiento de varios modos. En primer lugar está la regulación por distancia. Es decir, que puedes determinar su alcance de detección. Un segundo tipo de alcance es el temporal; puedes programar durante cuánto tiempo permanecerán encendidos cuando detecten una presencia, lo que resulta muy útil para los diferentes lugares de una vivienda o bloque. Por último, es posible controlar la intensidad de la luz a la que funcionarán, ya que no todos los puntos de una casa o domicilio tienen las mismas necesidades. Instalar sensores de movimiento puede suponer una inversión inicial con la que no se cuente o que cueste asimilar al principio, pero su rentabilidad justifica ese desembolso en poco tiempo. Además de un descenso en la cuota que debe destinarse al mantenimiento cada mes, la propia factura de consumo mensual y anual de la luz se reducirá de forma muy sensible.
Diferencia entre sensores de movimiento y sensores crepusculares
Aunque en muchas ocasiones se confunden o se tiende a pensar que son los mismo, un sensor de movimiento no es lo mismo que un sensor crepuscular. La diferencia estriba en que este último detecta cuándo se hace de noche en las proximidades del lugar en el que está instalado, y es entonces cuando se activa. Cuentan con protección IP55, para ser montados en exteriores, y es posible conectarlos a otros elementos, como por ejemplo persianas. Son idóneos para exteriores y se usan a menudo en escaparates comerciales.
Recuerda que si quieres cambiar un interruptor de luz por un detector de presencia puedes hacerlo de una forma sencilla.
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