Resides en una vivienda unifamiliar, y de repente escuchas sonar el timbre de la puerta exterior. Pero tú te encuentras en una habitación lejana, puede que incluso en otro piso. Lo más probable es que, aunque dejes lo que estás haciendo y te des mucha prisa, no llegues a abrir la puerta a tiempo. ¿Y si te dijéramos que ahora puedes controlar la entrada de tu casa con solo tener a mano tu teléfono móvil? Eso es precisamente lo que te permiten hacer un portero automático con Wifi.
¿Por qué un portero automático con Wifi supone un antes y un después?
Este dispositivo cuenta con un IP que se conecta con otros, como un smartphone, gracias a la tecnología Wifi. De esta forma es posible, no solo ver quién está llamando al teléfono que tenemos instalado en el exterior, sino que podemos hacerlo con calidad 1080p HD. Además es posible mantener una conversación perfectamente nítida, ya que la mayoría de los modelos equipan sistemas de alta calidad de escucha, algunos incluso con reducción de ruido, al estilo de muchos teléfonos móviles. Además, nuestro smartphone recibe notificaciones, por lo que no hace falta que nos encontremos en nuestra vivienda en el momento en el que alguien acude a ella para atender a esa llamada.
De esta forma sabemos siempre quién se encuentra en la puerta y si, por ejemplo, se trata de un repartidor que quiere hacernos entrega de un paquete, podemos indicarle dónde puede dejarlo, si lo puede entregar a un vecino en nuestro nombre, etc. Lo habitual es, además, que este servicio de portero a distancia permita conectarse a más de un dispositivo, por lo que podemos tener acceso a él varios miembros de la familia.
En función del modelo de portero automático con Wifi que elijamos, podemos acompañar los servicios estándar de muchos otros adicionales, como la visión nocturna, la protección antivandalismo, la opción de conservar las imágenes en una tarjeta de memoria, etc.
¿Cuáles son las partes básicas de un sistema de videoportero automático?
En un portero automático con Wifi distinguimos, por una parte, la placa de calle, que es donde se ubican el sistema de imagen y sonido. Puede ser empotrable o de superficie y se suele proteger con una ‘visera’ de la lluvia y los reflejos del sol. En el interior de la vivienda se instalan el monitor (de diferente tamaño y calidad de imagen) y el telefonillo. A esto hay que sumar el mecanismo de apertura, que es un electroimán para abrir la cerradura, así como las conexiones con cables y la fuente de alimentación, que o bien puede alimentarse con su propia batería o bien, como en la mayoría de los casos, con corriente eléctrica.
La importancia del cableado
A la hora de seguir los consejos para instalar un videoportero, debemos recordar que si sustituimos nuestro antiguo portero por un portero automático con Wifi hay que comprobar previamente las equivalencias entre los diferentes tipos de instalación. Verifica si la sección de cables actual en la vivienda es compatible con el nuevo dispositivo, de lo contrario será necesario utilizar cable nuevo. El cableado tiene que ajustarse a lo necesario teniendo en cuenta la distancia existente entre la placa que está en la calle y el telefonillo interior. En la actualidad conviven los sistemas de 2 hilos, llamados BUS2, y los de 4 hilos comunes o 4+N, aunque los fabricantes tienen también otras soluciones profesionales para conjuntos de viviendas.
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