La bombilla dicroica LED está pasando de ser una gran desconocido a aparecer en cada vez un mayor número de lugares de nuestra vida cotidiana. Hogares, centros de trabajo o comercios son espacios en los que se saca partido a sus ventajas y a su versatilidad. Fáciles de instalar y muy eficientes, se trata de lo que podríamos denominar una nueva generación de bombillas llamadas a cambiar para siempre el concepto de iluminación. A pesar de todo, aún son muchas las dudas que se tienen sobre sus características debido al desconocimiento sobre su tecnología, dudas que queremos aclarar destacando las 4 cosas que es imprescindible conocer acerca de ellas.
4 datos a tener en cuenta sobre la bombilla dicroica
1- Son más sostenibles que ninguna otra.
El respeto por el medio ambiente y la sostenibilidad son valores sin los que ya no se concibe la construcción de una casa. Ni su reforma. Igual que se utilizan materiales reciclables y se emplean, por ejemplo, aislantes que permiten reducir el impacto de la contaminación en la atmósfera a causa de las calefacciones, las luces LED reducen también el impacto ambiental de una vivienda. ¿Cómo? Gracias a su menor consumo, que en buena parte se debe a que no emiten calor. Se estima que el ahorro en consumo eléctrico con respecto a una bombilla convencional llega a alcanzar el 80%. La bombilla dicroica no solo reduce la factura de la luz, sino que no está fabricada con materiales tóxicos ni contaminantes. Tampoco emite radiaciones. Y su larga vida útil garantiza una menor generación de residuos.
2- Conservan el color de lo que iluminan.
En el mundo del comercio es donde una bombilla dicroica cumple con una de las necesidades básicas para cualquier expositor o escaparate; no alterar el color ni el tono de aquello que está iluminando. Los colores se fidelizan y se muestran tal y como son. En una casa, por ello, este tipo de bombilla está especialmente indicado para zonas como el baño o, sobre todo, la cocina. Los expertos en decoración aprovechan esta ventaja para iluminar muebles o espacios concretos de la vivienda que quieren resaltar por su tonalidad.
3- Es sencillo y rápido instalarlas en el lugar de otras luces.
La sustitución de una luces tradicionales por una bombilla dicroica es sencilla y no requiere ni de demasiados conocimientos ni de mucho tiempo. Es importante tener presente, eso sí, las equivalencias con las luces halógenas. En primer lugar se debe, como siempre en estos casos, cortar la corriente, para a continuación retirar los casquillos anteriores, salvo que los focos halógenos sean de 230 voltios, en cuyo caso son aprovechables. A continuación se descartan los casquillos y el transformador, que ya no es necesario, y se conectan los cables a los nuevos casquillos. Por último, basta con colocar las nuevas bombillas y con verificar que el funcionamiento es el adecuado reactivando la corriente general de la casa.
4- Existen varios tipos de bombilla dicroica.
Podemos distinguir varios tipos de bombilla dicroica. La LED GU10, que llegan a durar 10 veces más que una bombilla halógena, cuentan con transformador integrado y se caracterizan por su reducido tamaño, mientras que una LED MR11 son idóneas para comedores, zonas de aseo o también en los pasillos, empotradas en un falso techo. A éstas últimas se las conoce de forma popular como ‘ojos de buey’, y preguntando por ellas bajo esta denominación en cualquier establecimiento de venta de bombillas es fácil localizarlas. La bombilla dicroica LED MR16 también cuentan con transformador integrado y son algo más grandes (tienen un diámetro estándar de 50mm), por ello se emplean en muchas tiendas y en oficinas, ya que además tienen un valor ornamental.
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