Clásicas, modernas, acogedoras… las paredes pintadas a rayas adquieren de inmediato un carácter especial, y eso es algo que enseguida se aprecia en un hogar. Permiten una enorme variedad de decoraciones, ya que se puede elegir entre infinidad de colores y tamaños de las rayas, y casan bien con cualquier estancia de la casa, desde un vestíbulo hasta habitaciones, salones, salas de estar y zonas de juegos. En ocasiones también pueden verse en espacios como la cocina, donde hasta ahora no se empleaban con tanta asiduidad. A todo ello hay que sumar que las rayas brindan una imagen visual de orden que muchas personas desean para su día a día. Si quieres dar un aire nuevo a tu casa, apuesta por las rayas, pero antes ten en cuenta estos 4 consejos para sacarles el máximo partido.

1. Paredes pintadas a rayas verticales para ganar altura.

Si quieres obtener una sensación de mayor amplitud en una casa, decántate por las paredes pintadas a rayas verticales, ya que dan una sensación de mayor altura a las paredes y los techos. También puede ser una buena solución para estancias de techo bajo, como suele ocurrir con las habitaciones ubicadas en plazas inferiores. Si, por el contrario, quieres generar un efecto visual que haga tus paredes más anchas, pinta rayas horizontales.

2. Tonos blancos para la base.

Si vas a pintar tú mismo las paredes a rayas, recuerda que la base de pintura sobre la que vas a pintarlas juega un papel fundamental. Si quieres que destaquen especialmente, utiliza una base de pintura blanca o amarilla en tonos tenues. Otra opción son los grises, pero siempre con tonalidades ligeras. Recuerda cubrir por completo la pared con esta base antes de comenzar con las rayas.

3. Planifica y marca con lápiz

Planificar cómo vas a pintar las rayas es obligatorio si quieres hacer un buen trabajo. En cuanto esté seca la pintura que hace de base, usa un punto medio de la pared como referencia y comienza a dividir el espacio para marcar por dónde irá cada raya. Recuerda que en las esquinas las rayas deben quedar completas. Un hilo sujeto al techo por un extremo y con peso al otro lado te ayudará a señalar las línea verticales por donde irán las rayas. Marca cada línea con lápiz y una vez que hayas perfilado cada una ya podrás taparlas con cinta de carrocero, para después pintar en su interior sin temor a equivocarte. Podrás quitar la cinta cuando la pintura esté seca. Si prefieres paredes pintadas a rayas horizontales, sitúa la cinta de carrocero en una esquina lateral.

4. Más rayas, menos accesorios

Cuando te plantees realizar una reforma en la que incluyas paredes pintadas a rayas ten presente la máxima de que, a veces, cuanto menos, mejor. Las rayas decoran y dan un toque cálido a las habitaciones, pero también ‘llenan’ más que las paredes lisas desde el punto de vista visual. Por eso es aconsejable reducir el número de elementos decorativos y evitar una saturación visual. Te recordamos la importancia que tiene la luz en la decoración del salón, aunque es extensible al resto de espacios de la casa.