Contar con un extractor para el baño puede ser de utilidad en una estancia de la casa que siempre queremos que se mantenga fresca, limpia y libre de malos olores. Estos dispositivos eléctricos discretos ocupan poco espacio y no ofrecen grandes dificultades de instalación, lo que hace que sean un recurso interesante, sobre todo para baños que no cuentan con ventanas o que tienen escasa ventilación.

Las juntas de las bañeras y platos de ducha pueden deteriorarse y dejar de funcionar como deben debido a la humedad y la condensación del aire, algo que podemos evitar con un extractor de aire para baño. Pero no solo eso, porque los armarios de esta estancia, las paredes y hasta los techos se pueden ver afectados y perder sus colores originales si el aire no es correctamente evacuado al exterior.

¿Qué extractor es el más adecuado?

En el mercado se comercializan numerosos tipos de extractores. En función de nuestras necesidades, nuestro presupuesto y el espacio que tengamos en nuestro baño, podemos elegir el que más nos interese. Los tipos básicos son los siguientes:

• Centrífugos. Están indicados para espacios grandes, ya que son los más potentes, y en los que los conductos por los que se evacúa el aire son bastante prolongados. En la entrada el flujo del aire se mantiene en la dirección del eje, sin embargo en la salida el aire toma una dirección perpendicular.
  
• Axiales. Son los más adecuados para estancias pequeñas. Puede colocarse en una ventana, en el techo o en la pared y tienen como característica que el flujo de aire pasa siempre por el ventilador en dirección paralela al eje. Dentro de este apartado se incluye a los extractores helicoidales.

Existen otros tipos de extractor de baño. Los más avanzados, conocidos como higrostatos, cuentan con sensores que son capaces de activarse cuando detectan humedad en el aire. También existen otros con detector de presencia y otros con temporizador. Todos ellos son evoluciones de los extractores más sencillos, los que se activan de forma manual presionando un interruptor.

¿Cuál es la potencia recomendable en un extractor de baño?

La potencia vendrá determinada por el tamaño del propio baño. La potencia de los modelos de extractores más comunes para este uso oscila entre los 8 y los 35 W. La potencia no es el único factor que debemos tener en cuenta para dar en el clavo cuando compremos un extractor de aire para baño.  Para saber cuál debe ser el caudal del extractor, es decir, su nivel de extracción, una buena referencia es la de que tiene que ser 10 veces mayor al volumen de aire que haya en el baño. Otro factor a tener en cuenta es el lugar en el que instalemos el dispositivo, ya sea en una pared o en el techo. Por seguridad, un extractor de baño nunca deben estar sobre la bañera o la ducha.

¿Es imprescindible realizar una instalación?

Los extractores que existen en el mercado requieren de una instalación que en la mayoría de los casos es muy sencilla. Se suministran con un kit de pared o de ventana que incluye una rejilla externa. Un tubo corrugado, un taladro con broca de widia, unos tacos y dos cables de 1,5 mm de diámetro serán las únicas herramientas que necesitarás. En la mayoría de las ocasiones no tendrás que recurrir a la ayuda de un técnico especialista para colocarlos en el lugar de la casa que decidas, pero si fuera el caso, confía en un profesional acreditado para ello.