Uno de los factores más importantes que influyen en el confort de nuestro hogar es sin duda la temperatura a la que estemos.

Por ello, una buena orientación, ventanas con sistemas de ventilación avanzados así como un buen material aislante de nuestra fachada, son indispensables para evitar fugas de calor o frío.

El problema radica en que estos elementos muchas veces no los podemos elegir y evidentemente no los podemos cambiar una vez entramos a vivir en nuestra casa,  pero existen soluciones atractivas que permiten un mayor control de la temperatura.

Con la instalación domótica en nuestro hogar, podemos controlar la temperatura de confort y los elementos asociados para poder hacerlo de una manera mucho más eficiente, no estando en absoluto reñido el confort con el consumo eléctrico al contrario.

¿Cómo conseguir una temperatura de confort?

Ello se puede lograr mediante el control automático inteligente de toldos, persianas y cortinas de la vivienda, hecho que nos permitirá aprovechar al máximo la energía solar. Estos elementos normalmente van asociados a un módulo de control de motores, lo cual conlleva poder accionarlos o desconectarlos según una programación horaria, midiendo el nivel de intensidad de luz o simplemente de forma manual centralizada.

La instalación de persianas motorizadas por ejemplo, deberán ir asociadas a módulos de control del sistema domótico y a la disposición de detectores de presencia en las diferentes estancias a controlar.  Todo ello, juntamente con la gestión de la calefacción mediante pantallas táctiles, hacen que podamos disfrutar de una verdadera experiencia de confort y una racionalización de consumos muy importante

Así, por ejemplo una buena práctica sería programar el sistema para que en determinadas horas y en base a la ausencia o no en la estancia a controlar, la posición de las persianas se sitúe al 50%, dejando entrar una menor intensidad de luz y por consiguiente, que caliente menos la habitación (en el caso de verano) o que las abra al 100% en caso de invierno para aprovechar la luz solar y calentar así, la estancia. Por tanto, nuestro sistema de calefacción no tendrá que activarse aprovechando esas horas de sol, manteniendo la temperatura de confort que previamente se haya indicado.