Diseño de oficinas pequeñas: planificando el espacio
Lo primero que debemos hacer antes de empezar con la instalación de equipos y la decoración de oficinas pequeñas, es planificar el espacio con el que contamos. Evidentemente, las características de cada domicilio son distintas, y no será lo mismo contar con una estancia para despacho de reducidas dimensiones que con una superficie amplia y diáfana. Por ello, lo que comentaremos aquí debe ser tomado como sugerencias orientativas, teniendo que adaptar estas recomendaciones a las características particulares de nuestro despacho u oficina.
Cómo planificar el despacho o la oficina en casa
Nuestro punto de partida será un espacio en blanco, es decir, sin ni siquiera disponer de la instalación eléctrica necesaria. Pese a todo, no nos ocuparemos aquí de la instalación eléctrica general de la vivienda: de ello se ocupa detalladamente la guía Cómo planificar la instalación eléctrica de tu vivienda, disponible completamente gratis. Trataremos, pues (en siguientes posts) la instalación eléctrica en despachos y oficinas domésticas en concreto, remitiendo al lector a la lectura de la guía anterior para llevar a cabo proyectos eléctricos de mayor envergadura.
Si te interesa este tema, no dudes en descargar nuestra guía gratuita sobre decoración de oficinas pequeñas:
En primer lugar, en el diseño de nuestro espacio de trabajo, debemos tener en cuenta tres aspectos básicos:
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Instalación eléctrica: red, componentes (básicos y secundarios) y complementos. Es muy recomendable elaborar un esquema a escala de la instalación a implementar, concretando en él las tomas de corriente necesarias, los interruptores pertinentes, y los puntos de luz e iluminación con los que contará nuestro despacho. Por ello, planificar a conciencia la ubicación de los muebles, los complementos y la decoración, así como la de los equipos y dispositivos informáticos será un asunto prioritario, que condicionará fuertemente el esquema eléctrico de nuestra oficina.
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Mobiliario básico y accesorio: a la hora de diseñar y distribuir sobre el papel el espacio de un despacho domiciliario o de una oficina pequeña, la cantidad de muebles y la ubicación de los mismos será determinante para disfrutar de un espacio cómodo y ordenado. Debemos distinguir, ante todo, qué mobiliario es fundamental e imprescindible (escritorio, sillas, lámparas, repisas y/o armarios...) y cuál es secundario o prescindible.
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Decoración y complementos: como decíamos, la decoración será también un aspecto clave en el diseño de nuestro despacho. Un recinto excesivamente cargado, o con complementos que no aporten utilidad y valor, pueden limitar e incluso saturar la funcionalidad y la libertad de movimientos. Es altamente recomendable, pues, emplear elementos decorativos que, a la vez, posean alguna utilidad. La premisa a seguir, sobre todo en espacios reducidos: funcionalidad y pragmatismo.
Tras concretar nuestra idea sobre papel y antes de ponernos manos a la obra, es conveniente planificar las distintas fases del proyecto y mantener su orden estricto de ejecución. Así evitaremos tener que desandar pasos realizados previamente o hallar soluciones ad hoc que repercutan sobre el resultado final obtenido.
A grandes rasgos, este debería ser el orden en que llevemos a cabo la ejecución de nuestro proyecto tras planificar el espacio del que dispongamos:
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Presupuestar el proyecto: disponiendo ya del plan concretado, y antes de empezar a condicionar el espacio, debemos presupuestar el proyecto adaptándolo a nuestras posibilidades. Quedarnos sin el presupuesto suficiente a medio proyecto podría tener consecuencias desastrosas sobre el resultado final.
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Instalación eléctrica / puntos de conexión a redes e Internet: harán falta los materiales y las herramientas necesarias para llevarla a cabo con eficiencia y seguridad (de ello nos ocuparemos próximamente en otros posts). También podemos considerar la opción de empezar a incorporar, en este punto, los primeros elementos decorativos (algunas de las gamas de interruptores, enchufes y otros complementos de Simon permiten personalizar este tipo de elementos con colores, estilos y líneas de diseño adaptables a cada tipo de ambiente).
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Preparación y limpieza: tras realizar la instalación eléctrica (máxime si nos hemos visto obligados a realizar alguna pequeña obra), debemos proceder a tapar regatas, grietas y perforaciones, esperando el tiempo adecuado para que seque la pasta empleada para ello: el yeso es ideal para tapar grandes oberturas; para otros remiendos menores, existe un buen número de compuestos en el mercado que nos pueden ser de utilidad. Es necesario que, tras tapar y cubrir lo necesario, limpiemos a conciencia la estancia para eliminar residuos, polvo... y que procedamos, en este punto, a pintar paredes y techos, siempre antes de cubrir las cajas de distribución eléctrica, los interruptores y las tomas de corriente con sus respectivas tapas.
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Ubicación de los elementos en el espacio: este será el momento de dar forma a nuestro despacho u oficina, empezando por los elementos básicos (mobiliario imprescindible, iluminación, equipos...) y terminando por los secundarios y decorativos. También de todo ello nos ocuparemos con detalle en artículos posteriores.
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