Antes de elegir los componentes eléctricos básicos para completar nuestra instalación en una oficina pequeña, debemos decidir si esta será empotrada o si la realizaremos en superficie. Es un detalle de la máxima importancia, ya que el tiempo empleado en finalizar nuestro proyecto, las herramientas necesarias, el resultado final e incluso los costes se pueden ver seriamente condicionados por nuestra elección.
Instalaciones eléctricas empotradas y en superficie
Ambos tipos de instalación presentan ventajas e inconvenientes que es preciso conocer para elegir la más adecuada para cada caso particular. Claro está que las características del espacio a cubrir con la instalación limitarán o al menos condicionarán nuestra capacidad de decisión en este sentido: la anchura de las paredes, la presencia de instalaciones previas y/o de otros suministros, o el presupuesto, las herramientas, el tiempo y los conocimientos de qué dispongamos son algunos de estos condicionantes que demos tomar en consideración a la hora de escoger el modelo de instalación a seguir.
Instalaciones empotradas
En general, son las más adecuadas para cualquier tipo de estancia. Minimizan los riesgos de sufrir accidentes y percances, suelen ser más económicas y ofrecen mejores resultados estéticos que las instalaciones en superficie.
No obstante, requieren hacer regatas, lo que implica usar un detector de metales para no horadar tubos y cables ocultos tras la pared en el recorrido que seguirá nuestra instalación, y poseer cierta práctica en recubrimiento de paredes para que, en el momento de cubrir las regatas y los agujeros, el resultado sea el esperado (sin deformidades, etc.).
Instalaciones en superficie
Son rápidas, limpias y sencillas, aunque requieren el uso de guías, regletas y otros materiales de cobertura que pueden encarecer el proyecto.
Lógicamente, son más manejables y manipulables a posteriori, pero estéticamente los resultados no son tan limpios como los obtenidos con las instalaciones empotradas. También es importante tener en cuenta que las instalaciones en superficie pueden condicionar la instalación de muebles, equipos y otros complementos para la oficina: al sobresalir de la superficie de la pared actúan de tope, obligando a mantener los muebles a cierta distancia de las mismas; un pequeño espacio que puede alterar enormemente nuestra planificación inicial, además de ser una fuente continua de polvo y suciedad que dificultará la limpieza del espacio en el futuro.
En ambos casos, una de las principales premisas a considerar es que el trazado eléctrico debe seguir el mínimo recorrido posible, es decir, que desde la caja hasta cada una de las terminaciones (interruptores, enchufes, fuentes de alimentación...) el recorrido debe ser el más directo, evitando desviaciones innecesarias.
Principales componentes de la instalación eléctrica
Los componentes eléctricos principales no se diferencian sustancialmente de los requeridos en cualquier instalación estándar:
Caja eléctrica: en ella se realizarán las conexiones básicas que permitirán distribuir la electricidad por toda la estancia. Se debe prever una línea eléctrica distinta para tomas de corriente principales (equipos o electrodomésticos con un mayor consumo eléctrico), iluminación y tomas de corriente secundarias (enchufes usados puntualmente, o para alimentar dispositivos secundarios).
Cableado: las necesidades eléctricas de una pequeña oficina no obligan a usar cables especiales. Con cables del tipo NM (no metálicos) y una clasificación AWG #14 (de 1,6 milímetros de diámetro, aptos para corrientes de hasta 15 A) suele ser suficiente para abastecer este tipo de estancias. Debemos recordar que es imprescindible mantener la coherencia en el uso de los colores: verde para la toma de tierra, y negro, gris, azul, marrón... para el neutro y la fase, manteniendo siempre el mismo criterio usado para elegir un color para la fase y otro distinto color para el neutro.
Tomas de corriente: en oficinas y despachos, se trata básicamente de enchufes, de los cuales tenemos un buen número de diseños, tipos y colores de enchufes disponibles en el mercado. Para tomar idea de las posibilidades que se nos ofrecen para este tipo de mecanismos eléctricos, en el catálogo online de Simon podemos encontrar un amplio abanico de opciones. Debemos tener en cuenta, eso sí, la cantidad de enchufes necesarios, y disponerlos adecuadamente en las zonas que hayamos destinado para cada fin: ubicación de equipos informáticos, iluminación focal y complementaria, etc.
Interruptores y conmutadores: normalmente, en espacios reducidos basta con disponer un único interruptor en la entrada de la estancia, junto a la puerta de acceso. Si se dispone de dos o más accesos, es conveniente situar un interruptor de luz al lado de cada una, con los correspondientes conmutadores para evitar cruces cuando el encendido y/o el apagado se realizan desde interruptores distintos. También como en el caso de los enchufes, en la página web de Simon tenemos al alcance un amplio surtido de interruptores con distintos diseños y acabados.
Iluminación principal: también en este caso suele bastar un único punto de luz general, combinado, claro está, con iluminación focal y secundaria para desempeñar el trabajo en óptimas condiciones de iluminación. Elegiremos el tipo de iluminación y las lámparas o apliques según nuestros gustos, necesidades y posibilidades, aunque cabe destacar la conveniencia de usar, siempre que sea posible, bombillas de tipo LED: menor consumo, mayor duración... para elegir el tipo de iluminación más adecuado, la Guía para el uso y el manejo de bombillas LED puede resultar de gran ayuda.
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