Una oficina o un despacho puede albergar una gran cantidad de complementos eléctricos útiles para desempeñar las labores concretas asociadas al espacio. Según su destino último (trabajo académico, labores administrativas domésticas, teletrabajo a jornada parcial o completa...), los elementos eléctricos secundarios o de apoyo a implementar podrán ser de índole muy diversa.
Dejaremos para más adelante la personalización de las oficinas según el tipo de despacho del que se trate, atendiendo ahora a algunos de los complementos eléctricos básicos que podemos incorporar a cualquier despacho u oficina para convertirla en un espacio más cómodo, versátil y seguro.
Complementos eléctricos para el despacho y la oficina
Alarmas técnicas y avisadores
Ya apuntábamos, en la guía sobre sistemas electrónicos de seguridad, Hogares y negocios seguros, la conveniencia de usar alarmas técnicas y avisadores en espacios especialmente sensibles al riesgo, como cocinas, baños o estancias en las que los componentes eléctricos ocupan un lugar destacado.
Integrar alarmas técnicas y otro tipo de avisadores de emergencia en un despacho u oficina en casa, especialmente si son estancias frecuentadas y/o usadas por niños, mayores o personas con movilidad reducida, nos permite actuar con mayor celeridad ante cualquier percance.
Cortocircuitos, electrocuciones, incendios, bloqueo involuntario de puertas o ventanas... son muchos los riesgos asociados a un despacho que podemos prevenir o afrontar más adecuadamente contando con detectores de humo, por ejemplo, o pulsadores de emergencia.
Temporizadores
Si antes hablábamos de las ventajas que ofrecen las alarmas técnicas y los avisadores en materia de seguridad, los temporizadores contribuyen a hacernos la vida algo más cómoda.
Un temporizador siempre es de gran ayuda si el proceso o la actividad que regula es más o menos rutinaria y, por lo tanto, expuesta a olvidos, retrasos involuntarios...
En un despacho domiciliario, entre otras aplicaciones, podemos instalar temporizadores en fuentes de alimentación para equipos informáticos, pantallas, cargadores y otros dispositivos que siguen consumiendo electricidad aunque no se estén usando en ese momento. El ahorro de energía que supone cortar la alimentación eléctrica a dispositivos en modo standby puede llegar al 10% del consumo eléctrico total de la vivienda, por lo que no se trata de un asunto menor o sin importancia. En este sentido, recomendamos la lectura de la guía Cómo ahorrar energía en casa, en la que se exponen algunos métodos y consejos prácticos para reducir la factura de electricidad y otros suministros.
Limitadores de tensión
Las compañías suministradoras de electricidad están obligadas por ley a disponer las herramientas y los sistemas de control necesarios para evitar picos de tensión, y garantizar una frecuencia de señal y un voltaje óptimos para evitar accidentes y todo tipo de percances (sufridos principalmente por los electrodomésticos y los dispositivos eléctricos/electrónicos más sensibles, cuando están conectados a la red eléctrica).
No obstante, las tormentas eléctricas, los rayos o las descargas electrostáticas son algunos de los motivos más habituales de avería en equipos informáticos, unas averías normalmente caras, altamente incómodas y, normalmente, no cubiertas por las compañías eléctricas al no ser motivos que se puedan achacar a deficiencias en el servicio prestado.
Entre un 15% y un 20% de las averías de equipos electrónicos se deben a este tipo de perturbaciones, que no solo se pueden cifrar en términos económicos, sino también en tiempo y en trabajo (pérdidas de datos, bloqueo de proyectos, etc.).
Sobran, por todo ello, las razones que argumentan a favor de la integración de limitadores de tensión en despachos y oficinas, unos dispositivos que median entre la toma de corriente y el equipo al que alimentan, garantizando un suministro de electricidad regular y estable ante la acción de agentes externos nocivos.
SAI
A los motivos anteriores cabe sumar los apagones y los cortes involuntarios (muchas veces también inesperados) del suministro de electricidad, que en un despacho pueden tener graves consecuencias, similares a las que acabamos de apuntar.
Un SAI (Sistema de Alimentación Ininterrumpida) incorpora baterías de gran capacidad que alimentan a los equipos y los dispositivos electrónicos durante un lapso de tiempo determinado tras un apagón o corte en el suministro de electricidad, facilitando un margen de maniobra suficiente para tomar medidas que eviten pérdidas de datos, averías electrónicas y otros contratiempos enormemente indeseables.
Tomas combinadas
Se trata de componentes que aúnan tomas de corriente y puntos de conexión a redes e Internet por cable, todo en un único mecanismo.
Un buen ejemplo son los sistemas de conectividad Simon 500 CIMA, que garantizan una alta velocidad de voz y datos, y se ofrecen en kits montados, cableados y sencillos de instalar.
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