Cómo poner una lámpara en el lugar perfecto de la casa
La gestión en la iluminación de una vivienda es una de las claves para aprovechar la luz, generar ambientes diferenciados y lograr efectos estéticos. Por suerte, existen tantos tipos de lámparas para elegir, que elegir una sola conlleva cierta dificultad. Sin embargo, con una pautas básicas podremos conocer las diferencias entre los distintos tipos de iluminaciones por los que se puede optar y, de esta forma, aprender a sacar el mayor partido a nuestros recursos. Si en artículos anteriores ya te mostramos cómo colgar una lámpara de forma sencilla y segura, en esta ocasión queremos mostrarte cómo poner una lámpara en el lugar idóneo de la casa es algo que podemos aprender con facilidad y que nos va a proporcionar una gran satisfacción.
Primero, el lugar para colgar la lámpara de techo
Antes de colgar una lámpara de techo es imprescindible que analicemos la estancia en la que deseamos instalarla. ¿Es grande o pequeña? ¿Tiene mucha, poca o ninguna luz natural? ¿De qué colores son sus paredes, techo y suelo? Lo recomendable es que, salvo que se trate de un espacio muy grande, como por ejemplo un salón, solo optemos por una lámpara. Tenemos que tener en cuenta que una lámpara es también un elemento de decoración, de ahí que un exceso de lámparas reduzca la percepción del espacio. Si contamos con un espacio muy amplio podemos decantarnos por una lámpara grande, pero si no es así es preferible apostar por una más pequeña. Por otra parte, las lámparas de techo deberían instalarse, preferiblemente, en zonas de la vivienda que no sean de paso, como por ejemplo un pasillo. La razón es que de esta forma evitaremos golpes en la cabeza o choques.
¿Qué tipo de lámpara es más interesante instalar?
No existe una sola respuesta para esta pregunta. Existen lámparas colgantes de muchos materiales, como cristal, metacrilato o forja. En cuanto a su diseño, éste puede ir desde la formas más clásicas y rústicas hasta los diseño más vanguardistas. En función del tipo de vivienda que tengamos, del estilo de decoración por el que hayamos apostado, y de los espacios de división con los que cuente, podremos elegir unas u otras.
Cuando te enfrentes a la decisión de qué tipo de lámpara escoger, ten presente cuál es la función que quieres que cumpla, ya que no es lo mismo iluminar una pequeña zona accesoria de la vivienda, en la que no se suele habitar, que un amplio salón en el que se pasen muchas horas al día. Por ejemplo, en un despacho o en un estudio puedes necesitar que la dirección de la luz se pueda orientar. Por otra parte, a la hora de decidir cómo poner una lámpara en el lugar correcto, quizá te interese que ésta destaque por tratarse de un elemento decorativo especial o, por el contrario, prefieras que pase desapercibida. La lámpara colgante es uno de los primeros puntos a los que se dirige la mirada al entrar en una estancia.
¿A cuánta distancia debemos colocarla?
Colgar una lámpara de techo no es una ciencia exacta, pero hay una pautas básicas que conviene seguir. Por ejemplo, en una mesa de comedor es adecuado que se encuentre a una distancia de unos 65-75 centímetros. Si hablamos de una mesa con forma redonda lo idóneo es utilizar una sola lámpara de techo, pero si la mesa es rectangular y de cierto tamaño, en lugar de una sola lámpara pueden colocarse dos.
El uso de las lámparas de techo puede dar lugar a la creación de espacios dentro de otros espacios, como por ejemplo una zona de lectura algo apartada. En este caso la altura de la lámpara puede ser mayor, llegando a los 80-90 centímetros, y puede ser bueno que permita dirigir el foco de luz. En los dormitorios es recomendable combinar la presencia de una lámpara colgante en el centro de la estancia, sobre la cama, con luces minimalistas en las mesillas o sus alrededores (por ejemplo, en apliques).
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