Despachos y estudios: ¡hora de organizar cables USB!
¿Los cables te comen el espacio de trabajo? ¿Te agobia tener el cableado de ordenadores y dispositivos siempre revuelto? ¿Desearías acabar para siempre con el laberinto en el que se ha convertido tu despacho u oficina? Pues bien, ya no valen más excusas: ha llegado la hora de afrontar de una vez por todas esa tarea ardua, pesada (pero absolutamente necesaria) y tantas veces postergada: organizar cables. Y hoy, en concreto, nos ocuparemos de aquellos que abundan cada vez más convirtiéndose, incluso a veces, en un verdadero problema: los cables USB.
Cómo organizar cables USB
El cableado USB
Sí, es cierto que no solo de cables y puertos USB vive el ser humano; pero también lo es que, de entre todo el cableado existente en un despacho, oficina o escritorio, los cables USB son de los que más abundan. Y no es porque sí:
- Los cables y puertos USB incrementan enormemente la velocidad de transmisión de datos entre equipos y dispositivos interconectados.
- Proporcionan la energía necesaria (algunos USB llegan incluso a facilitar 900 mA) a los dispositivos conectados, por ejemplo, a un ordenador, como cámaras o memorias externas, para que no tengan que depender de otra fuente de suministro eléctrico.
- Son extremadamente sencillos y fáciles de usar; en la mayoría de los casos no requieren instalación y facilitan la información necesaria del dispositivo conectado a un ordenador ellos para que busque y encuentre (si no los tiene instalados) los drivers oportunos. Además, a diferencia de los puertos en serie y paralelos, los controladores USB permiten conectar más de 100 dispositivos distintos a un mismo controlador sin generar problemas de incompatibilidad.
Por todo ello no es extraño que, actualmente, los cables y puertos USB hayan sustituido a prácticamente todos los demás tipos de cableado para la conexión de componentes periféricos a los equipos informáticos, especialmente aquellos que hasta hace poco tiempo conectábamos mediante puertos en serie o paralelos. También los nuevos dispositivos electrónicos han apostado unánimemente por el USB, no solo para transferir datos a equipos informáticos o de almacenamiento sino, también, para efectuar su recarga dadas las enormes ventajas que ofrecen.
No obstante, los cargadores USB también presentan algunas desventajas, como el hecho de obligarnos a tener un equipo informático al alcance para recargar un dispositivo por USB o, en su defecto, disponer de un adaptador que nos permita conectar el cable USB directamente a una toma de corriente eléctrica. En resumen, los USB ofrecen un sinfín de ventajas pero no nos ahorran tener que lidiar con el cableado, al contrario: su gran proliferación complica cada vez más el poder organizar cables de una forma permanente, cómoda y segura.
La solución definitiva para organizar tus cables USB
Pocas veces podemos afirmar que existe una solución definitiva a algún problema y, sin duda, esta es una de ellas. Gracias a las nuevas soluciones Digital Sound & Multimedia, podemos convertir nuestro espacio habitual de ocio o de trabajo en un entorno perfectamente preparado para afrontar los nuevo retos de la era digital.
Comodidad, confort, seguridad, elegancia… y orden (¡sobre todo orden!) es lo que nos ofrecen los componentes de esta serie de Simon diseñada especialmente para facilitarnos la organización del cableado, y disponer de soluciones de transmisión de datos y energía completamente autónomas, todo ello sin grandes requisitos de instalación.
Un ejemplo ilustrativo y perfectamente apto para el tema que nos ocupa hoy es el doble cargador USB, disponible para su instalación en superficie o empotrado, y que permite conectar directamente a la toma USB el dispositivo que deseemos sin tener que contar con transformadores o adaptadores de ninguna índole.
Y, por si disponer de las tomas de recarga USB que necesitemos (o deseemos) siempre a mano y cerca de nuestro espacio de trabajo fuera poco, ahí viene lo mejor: también tenemos la posibilidad de instalar tomas HDMI, VGA (con mini-jack o RCA) o incluso pulsadores bluetooth junto al puerto (o los puertos) USB que necesitemos. De este modo, cualquier dispositivo equipado con esta tecnología puede ser manejado y controlado sin requerir cable alguno: instalaciones de home cinema, equipos de sonido, dispositivos informáticos… podemos dotar nuestros espacios con prácticamente cualquier equipamiento tecnológico de última generación sin tener que preocuparnos nunca más por el engorroso cableado.
Una solución sin duda limpia, segura, cómoda, económica y (lo más importante) definitiva a los interminables laberintos de cables que inundan, desde hoy solo porque queremos, nuestros espacios de trabajo.