Con toda probabilidad, las situaciones de máximo riesgo para nuestro hogar se producen durante ausencias de pocos días, en las cuales se toman, frecuentemente, medidas básicas de seguridad pero menos que las que se tienen en cuenta durante ausencias prolongadas. Además, los fines de semana y las escapadas de varios días ofrecen más tiempo a intrusos y asaltantes para planificar y cometer robos y actos vandálicos de distinta índole, poniendo en riesgo no solo los bienes contenidos en la vivienda sino también la seguridad estructural de la misma, y de las instalaciones y los componentes que contenga.
¿Y en largas ausencias? ¿Cómo es mejor asegurar el hogar? En esta guía te lo contamos:
Cómo asegurar el hogar durante escapadas y fines de semana
Una escapada de pocos días o de fin de semana es una oportunidad única para desconectar de la rutina y aprovechar el tiempo libre relajándonos, olvidando por unas horas los quehaceres y las obligaciones cotidianas. Sin embargo, hacerlo sin tomar las medidas de seguridad oportunas puede convertir nuestro tiempo de ocio en una pesadilla, perfectamente evitable si seguimos algunos consejos y recomendaciones básicas.
Informar de nuestra ausencia a personas de confianza
Lo primero a tener en cuenta es la posibilidad de contar con la colaboración de personas de confianza que estén informadas de cuánto va a durar la escapada, a qué hora tenemos previsto salir y abandonar el hogar, y cuándo prevemos regresar.
Familiares, vecinos o amistades pueden asistirnos ante cualquier necesidad, presentándose en nuestra vivienda en pocos minutos si así fuese necesario. No obstante, para ello es necesario saber lo que sucede en ella estando ausentes, algo que se puede lograr gracias a sistemas de control y gestión remota de la seguridad como videocámaras conectadas a dispositivos móviles, o sensores de seguridad fácilmente instalables en cualquier tipo de vivienda.
Una vez más, debemos tener presente que informar de nuestras actividades en foros públicos y redes sociales puede incrementar la vulnerabilidad de nuestro hogar. Por ello, no es recomendable publicar fotos o mensajes que den pistas de nuestra ubicación en cada momento y que, por lo tanto, informen abiertamente de que nuestra vivienda se halla vacía.
Asegurar cierres y accesos
Es de sentido común, pero no por ello debemos olvidarlo: durante ausencias prolongados, es de vital importancia cerciorarnos (si es preciso varias veces) de que los cierres y los accesos a la vivienda están debidamente protegidos. Cerraduras de seguridad, cierres de ventanas con bloqueo desde el interior… son recursos sencillos y al alcance de cualquiera que incrementarán enormemente la seguridad en el hogar.
En escapadas de varios días, a diferencia de lo que comentábamos para las ausencias breves y/u puntuales, es recomendable también cerrar porticones, recoger toldos y bajar persianas para dificultar el acceso a la vivienda y evitar otros percances derivados de inclemencias climatológicas como el viento, la lluvia o el granizo. No obstante, como veremos enseguida, estas medidas se deben tomar tratando en todo momento de evitar el efecto vivienda vacía.
Cerrar suministros
Es muy aconsejable, antes de salir de casa para ausentarnos unos días, cerrar llaves de paso de gas, agua y otros suministros. sin embargo, algunos como la electricidad es recomendable mantenerlos abiertos, en primer lugar para garantizar el suministro a electrodomésticos que precisan de ella (como frigoríficos, congeladores y posibles sistemas de alarma), y en segundo lugar para evitar, también en este punto, el efecto del hogar vacío.
Evitar reclamos: el efecto de la vivienda vacía
Un hogar vacío siempre es un reclamo para posibles asaltantes. Por supuesto, podemos instalar sensores de movimiento y sistemas de seguridad tales como alarmas o circuitos cerrados de videovigilancia (desde los más simples, con una o dos cámaras en la entrada, hasta los más complejos, con sistemas de cierre antiintrusión y otros componentes de videovigilancia), aunque un hogar medio normalmente no precise de ello.
Si es necesario, no obstante, evitar el efecto de vivienda vacía, es decir, ofrecer señales evidentes de que el hogar está deshabitado. Persianas cerradas durante las horas punta del día, la ausencia prolongada de iluminación o la falta de actividad puede ofrecer pistas de nuestra ausencia, algo perfectamente evitable si contamos con sistemas de simulación de presencia para luces y persianas.
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