5 errores que debes evitar al reformar una terraza
Las terrazas se han convertido en objeto de deseo en los últimos años. Contar con un espacio adicional en casa en el que poder disfrutar de actividades en familia, en el que celebrar encuentros con amigos o, simplemente, tener un espacio tranquilo al aire libre, en el que leer, se ha convertido en la aspiración de muchos propietarios. En muchos casos ya se cuenta con este lugar en la vivienda, pero hay que darle un aire nuevo. Reformar una terraza puede dar una nueva dimensión a un hogar -además de incrementar su valor de venta- pero es preciso evitar algunos errores comunes durante el proceso. Te explicamos cuáles.
Reformar sin haber cerrado un presupuesto
Como cualquier obra de reforma en el hogar, elaborar un presupuesto cerrado es fundamental para no incurrir en excesivos gatos que puedan perjudicar a nuestro bolsillo. Pacta con los propietarios de la casa o el piso el dinero que se va a gastar en la obra y, una vez que haya sido aprobado, cíñete a él. Si consideras que alguna mejora concreta o el uso de algún material de mayor coste podría suponer una gran diferencia de calidad, consúltalo con los propietarios.
Descuidar el aspecto legal
Antes de reformar una terraza, sobre todo si se van a modificar elementos estructurales o a realizarse un cerramiento, es imprescindible contar con todos los permisos en regla para poder hacerlo. Es necesario poseer tanto la autorización de la Comunidad de Propietarios como la correspondiente licencia municipal.
Utilizar materiales inapropiados
La terraza de una casa no es una estancia más. El suelo, las paredes y todo el mobiliario que se encuentran en ella estarán sujetos a calor, frío, cambios bruscos de temperatura, agua y humedad, etc… Por eso debes apostar por materiales resistentes y que no se deformen, como los suelos fabricados en materiales termoplásticos o cerámicos y las maderas sintéticas. Los revestimientos deberán ser fáciles de limpiar y deberás evitar aquellos elementos, como la gravilla, que aunque sean muy estéticos favorezcan la presencia de suciedad, tanto en la propia terraza como en las salas contiguas.
Olvidarte del cerramiento
Hay muchas razones para realizar un cerramiento al reformar una terraza. Entre las más comunes figura resguardar del frío y, de esta forma, reducir el consumo en calefacción, o protegerla del calor excesivo y así no tener que recurrir a sistemas de climatización y aire acondicionado. En otras ocasiones se hace para evitar la contaminación, sobre todo en zonas urbanas muy transitadas por vehículos, o el ruido. Por supuesto, es una forma de aprovechar mejor el espacio y de ganar en intimidad. Por otra parte, reduce el riesgo de accidentes, en especial si en la casa hay niños pequeños, y también hace menos probable el robo en la vivienda. Es posible elegir entre numerosas opciones de cerramiento, desde emplear aluminio, vidrio o PVC, hasta instalar un muro de ladrillo.
Olvidar que cada terraza es diferente
En primer lugar hay que recordar que existen tantos tipos de terrazas como propias terrazas. Grandes, pequeñas, con formas de formas regulares e irregulares, en pisos intermedios y en áticos, etc… Por eso es clave personalizar cuando piensas en reformar una terraza. Pregunta a los propietarios para qué quieren habilitar el espacio. ¿Van a usarlo solo en verano o durante la mayor parte del año? ¿Lo utilizarán como un espacio de ocio, o van a emplearlo con fines más funcionales?. Cuanto más y mejor preguntes, más te acercarás a cuál es su idea y mejores resultados estarás en camino de obtener.
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