Las autoridades competentes, especialmente cuando se acercan las temporadas de vacaciones, lanzan campañas de concienciación ofreciendo consejos de seguridad para proteger tu hogar durante viajes y ausencias prolongadas.
No obstante, cada año se producen incontables asaltos e intrusiones en temporada de vacaciones, por lo que es necesario insistir en estas medidas fundamentales, a la vez que conviene conocer qué otros métodos de protección tenemos al alcance para garantizarnos unas vacaciones tranquilas y seguras.
En esta guía también podrás seguir nuestros consejos de seguridad en ausencias cortas y de fines de semana:
Peligros, amenazas y protección básica en vacaciones
Los peligros que afronta un hogar durante una ausencia prolongada son múltiples y variados, incluyendo entre ellos los de intrusión y allanamiento, y los relacionados con la seguridad estructural de la vivienda (fugas, interrupción de suministros, etc.).
Para evitarlos, o para minimizar al máximo las amenazas que representan, debemos tomar medidas de protección de tipo diverso; entre ellas, las siguientes son fácilmente implementables e incrementan enormemente la seguridad de la vivienda.
Cierres, accesos y puntos débiles
Como en posts anteriores, es imprescindible asegurar bien los cierres de los accesos a la vivienda, repasando que están debidamente bloqueados varias veces si es preciso. En el caso de ausencias prolongadas es conveniente tener en cuenta, además, qué partes y estancias del hogar están más expuestas a intrusiones: viviendas con jardín, puertas secundarias, ventanas o balcones de fácil acceso, garajes comunicados con la vivienda… deben observarse como debilidades y tomar las medidas de seguridad oportunas para reforzarlos.
Por ejemplo, instalar un control de acceso a la vivienda desde el parking o el garaje mediante un sistema en red por teclado, tarjeta o huella digital incrementa notablemente el nivel de seguridad de la vivienda, a la vez que aporta un elevado grado de confort y comodidad. Su instalación es sencilla, modular y totalmente escalable, a la vez que permite conectar el sistema de acceso a una red de comunicación vía Ethernet o Wi-Fi.
Simular presencia
También (y muy especialmente) durante ausencias prolongadas es conveniente contar con la colaboración de personas allegadas que recojan periódicamente nuestro correo (evitando la acumulación de cartas y comunicaciones en nuestro buzón, un signo evidente de ausencia), que supervisen el interior de la vivienda de vez en cuando (la excusa de regar las plantas es tan recurrente como acertada) y nos informen regularmente de que todo marcha como es debido.
Además, para simular presencia en la vivienda podemos instalar temporizadores programados o controlados remotamente que activen y desactiven electrodomésticos, iluminación e incluso sistemas de sonido o televisores. También de este modo podemos programar la apertura y el cierre automático de persianas durante unas horas cada día, y gestionarlos a distancia gracias a las múltiples posibilidades que ofrecen en este sentido recursos como los incluidos en la serie SIMON VOX.2, un sistema integral de seguridad sobre el que nos extenderemos más adelante.
No compartir información sensible
Lo que se ha venido comentando acerca de la información publicada en sitios de acceso abierto cobra una relevancia muy especial durante ausencias prolongadas. Frecuentemente, cuando salimos de viaje o estamos de vacaciones compartimos nuestros estado, nuestras actividades y quehaceres en nuestros perfiles social media. Generalmente, haciéndolo cometemos un grave error: la información es poder, y cuantos menos datos ofrezcamos sobre nuestra actividad más protegidos estarán nuestros hogares durante ausencias largas. Por grande que sea la tentación, lo más recomendable es esperar a que se termine el período de vacaciones, o a regresar a casa para publicar lo que hemos estado haciendo durante ese tiempo si así lo deseamos, pero nunca antes.
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