Casas sostenibles, vidas sostenibles: transporte y movilidad

Quien se preocupa por la sostenibilidad de su vivienda, normalmente lo hace llevado por un sentimiento de responsabilidad hacia su entorno, y una conciencia ecológica y medioambiental que trasciende los límites del hogar. Por supuesto, la vivienda es uno de los ejes centrales alrededor de los cuales orbitan nuestras vidas, por lo que es comprensible que estas preocupaciones se materialicen en el hogar de un modo destacado.

No obstante, como decíamos, el compromiso con la sostenibilidad traspasa los muros del ámbito de la vivienda y se extiende por todas las facetas de nuestra vida cotidiana, entre las cuales el transporte y la movilidad juega un papel destacado. Un papel protagonista no solo porque los vehículos a motor sean una fuente importantísima de contaminación ambiental, sino también por la función de puente que ejercen entre el hogar y el mundo exterior.

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Por todo ello, no podíamos concluir esta serie de artículos dedicados a las casas ecológicas y sostenibles sin prestar algo de atención a uno de sus apéndices más destacados: los medios de transporte y muy especialmente a las fuentes de alimentación alternativas.

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Casas ecológicas y transporte sostenible


El uso masivo de vehículos motorizados particulares ha contribuido enormemente a incrementar los niveles de polución en el aire; sin duda, el uso de transporte privado es, actualmente, una de las mayores fuentes de contaminación atmosférica y emisiones de gases de efecto invernadero en todo el mundo, por lo que reducir o incluso evitar su uso empleando alternativas se impone, cada vez más, como una necesidad vital.

El modo más sencillo y recomendable de sustituir los vehículos motorizados por medios de transporte ecológicos y sostenibles es hacerlo por otros medios de transporte medioambientalmente inocuos, más saludables y respetuosos con el entorno, como la bicicleta. sin embargo, no es posible emplear este tipo de transportes ecológicos y por tracción mecánica si la distancia a recorrer diariamente es considerable, si debemos transportar paquetes y otros enseres, o compartir el trayecto con miembros de la familia, amigos o compañeros del trabajo. En este tipo de situaciones, tampoco el uso de transporte público representa una solución óptima, además de no estar siempre al alcance de todo el mundo y de las incomodidades que representa a la hora de ajustar horarios, agenda y rutas.

No cabe duda de que estas son algunas de las razones por las que el empleo de vehículos eléctricos crece progresivamente (pero exponencialmente y sin interrupción) en todo el mundo, se trate de automóviles 100% alimentados por energía eléctrica o mixtos (eléctricos/motor de combustión). Pese a ello, estos vehículos también presentan limitaciones, sobre todo en lo que respecta a su autonomía y a la escasez de puntos de recarga (algo que poco a poco se va solucionando).

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Sea como sea, usar vehículos eléctricos es una medida responsable y sostenible ecológicamente hablando, a la vez que obliga a disponer de al menos un punto de recarga en la vivienda. Este es un tema especialmente delicado, ya que existen distintos tipos de tomas o conectores de recarga (muchos de ellos incompatibles entre sí) en función de la marca y el modelo de vehículo. La ventaja es que hoy por hoy, en el mercado ya es posible adquirir cualquier toma para implementar en espacios públicos o privados, como demuestra la serie Plug&Drive de Simon.

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Pero el modelo de toma o conector no es lo único que se debe tener en cuenta a la hora de instalar un punto de recarga para vehículos eléctricos en el hogar. También el modo de recarga (estandarizado por la norma IEC-61851) y la potencia (según el tiempo de carga que se quiera emplear, existen 4 velocidades básicas: lenta, semi-rápida, rápida y ultra-rápida, esta última a 50 kW y un tiempo de carga aproximado de 20 minutos por vehículo) pueden variar en función de cada caso particular. Es necesario, pues, contar con las especificaciones del fabricante del vehículo antes de empezar a instalar cualquier punto de recarga en la vivienda.

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La instalación de un punto de recarga, ya sea en una vivienda unifamiliar o en un edificio con varias viviendas, también debe tener en cuenta también cuestiones como la ubicación: no es lo mismo instalar un punto de recarga en el interior del domicilio (garajes, cobertizos) que hacerlo en el exterior. Evidentemente, la protección de las tomas en espacios interiores es mucho mayor, por lo que su instalación solo requerirá de cajas fácilmente ajustables a cualquier superficie. En exteriores, se recomienda el uso de postes de recarga, con un nivel óptimo de protección y seguridad.

 

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