Pintar es un gran proyecto: puede ser que quieras pintar toda tu casa o quizás solo necesites darle un toque de color a una de las paredes de una habitación... Sea como sea, es importante pensar en formas de ahorrar tiempo y dinero. Así, en el post de hoy te proponemos pintar con pistola, una técnica con la que podrás renovar de manera rápida y fácil.

Pintar una estancia: renovarse o morir

Tanto si es porque no te queda más remedio como si lo que pretendes es decorar y dar un giro de estilo a una estancia, el hecho de que te plantees pintar te reportará beneficios y ventajas. Un entorno más limpio y ordenado, ganar luz, potenciar otros elementos de la vivienda... los beneficios son múltiples. Si, además, piensas en la técnica de pintar con pistola:

• Garantizamos un acabado fino
• Ahorramos en pintura y podemos ajustar nuestro presupuesto.
• Ganamos en rapidez y podemos dedicar ese tiempo a otras cosas.

Pintar con rodillo es la manera tradicional que todos conocemos, principalmente para pintar paredes. No obstante, puede que estemos ante superficies más difíciles o menos accesibles, por lo que necesitamos otras formas de aplicar la pintura. Este tipo de objetos o elementos pueden tener curvas y salientes, como puede ser el caso de un radiador, por ejemplo.

Pintar con pistola: ¿cómo elegir una?

Las pistolas se basan en la pulverización de la pintura contra una superficie, son similares a un aerógrafo pero mayores y más vastos, en el sentido de que no necesitan tener el trazo riguroso que un aerógrafo es capaz de alcanzar.

Hay que ajustar el tipo de pintura a las características de la pistola que tengamos o que vayamos a adquirir. Lo que hay que conseguir es un equilibrio entre la densidad de la pintura y la capacidad de presión de nuestra pistola. Es importante también dejar una distancia de unos 30 centímetros entre la pared y la punta de la pistola para que la aplicación de la misma sea óptima.

A su vez, en el mercado encontrarás pistolas de aire comprimido o pistolas eléctricas. La diferencia principal entre una pistola de aire comprimido y otra que sea eléctrica radica en su mecanismo de activación. Una usa una fuerza aplicada que activa el mecanismos de proyección de la pintura; la otra, básicamente, usa este mismo mecanismo pero accionado a través de energía eléctrica. 

Las ventajas de pintar con pistola

Se nos ocurren varios motivos por los que escoger pintar con pistola frente a otras técnicas. En primer lugar y bastante importante, no realizas un sobreesfuerzo y reduces el riesgo de lesionarte. No es ninguna broma, todo el que haya experimentado cómo se desarrolla una jornada de pintura cuando lo haces por ti mismo, sabe que algunas partes del cuerpo se pueden ver afectadas.

Pistolas para pintar hay muchísimas en el mercado: puedes escogerla según diferentes criterios. Hazte con una que te sea cómoda de sujetar. Piensa que es importante que te sientas a gusto ya que aunque pintar con pistola sea más fácil y rápido que con rodillo, vas a estar un buen rato desarrollando esta tarea. Una buena idea es que no pese excesivamente y que tenga alguna sujeción para hacerlo en condiciones de seguridad.

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