Jardines y exteriores ecológicos en una vivienda sostenible
Evidentemente, no todo el mundo dispone de terreno suficiente para contar con un jardín particular. No obstante, las terrazas y los jardines son una fuente importante de impacto medioambiental, especialmente cuando no están bien gestionados y se hallan en zonas en las que escasean las precipitaciones, requiriendo un gasto de agua y recursos que poco tiene que ver con criterios ecológicos y de sostenibilidad. Sin embargo, hay muchos trucos para crear tu propio jardín personalizado y completar tu hogar en una vivienda sostenible.
Por ello, y dado que muchos de los lectores, aunque no posean jardín propio sí tendrán acceso a espacios exteriores, terrazas y/o balcones, ofrecemos a continuación algunos consejos útiles para convertir los espacios exteriores de la vivienda en zonas sostenibles y, con ello, en importantes aliados en la lucha por la protección del medio ambiente.
Para saber más te recomendamos esta guía gratuita sobre casas ecológicas:
Espacios exteriores en viviendas ecológicas
Ya hemos comentado, en el post dedicado a los revestimientos y la eficiencia energética, la conveniencia de contar con una cubierta verde en el tejado, un jardín que aísla el hogar térmica y acústicamente, además de impermeabilizarlo. En estos casos, y sirva también de aplicación a cualquier zona ajardinada, ya sean tejados, terrazas, balcones o jardines, es preciso que las plantas que se cultiven sean autóctonas: las especies vegetales propias de una zona han evolucionado, durante miles de años, adaptándose a las características climáticas y meteorológicas del lugar, por lo que serán sin duda las más sostenibles y, por ello, también las recomendables para plantar en tierra y/o en macetas.
Existen muchas variables y elementos incorporables a cualquier jardín o terraza ecológica. a modo de ejemplo, podemos enumerar los siguientes:
Huertos urbanos
Cumplen con una función estética y, además, proporcionan alimentos saludables que podemos servir en nuestra mesa con toda la confianza que aporta el cultivo ecológico. De nuevo, es importante cultivar especies autóctonas, adaptadas a las condiciones ambientales de la zona, y aprovechar los recursos naturales del lugar (inclinación del terreno, luz solar…) para optimizar su producción y reducir el consumo de recursos a la hora de mantener el huerto.
Los huertos urbanos y ecológicos también representan espacios con un altísimo valor lúdico y pedagógico, especialmente si en el hogar habitan niños o si estos lo frecuentan. Y, por si todo ello fuera poco, los huertos ecológicos también son una importante barrera de protección frente a plagas e insectos, si se cultivan las plantas repelentes adecuadas.
Para mantener los huertos (y cualquier otro tipo de plantación, sobre todo en jardines), el riego gota a gota o por capilaridad son los sistemas más ambientalmente sostenibles y, por lo tanto, más recomendables.
Fuentes y piscinas
Puede parecer ilógico plantear la construcción de una fuente o una piscina en un entorno que pretende ser sostenible desde el punto de vista medioambiental. No obstante, si se plantean adecuadamente, las fuentes, las piscinas y otros elementos similares pueden resultar altamente beneficiosos en términos ecológicos.
En primer lugar, se debe prescindir de cloro y otros agentes químicos (como antialgas), empleados habitualmente para el mantenimiento y la limpieza de piscinas. A cambio, hay que procurar la circulación continuada del agua para permitir su correcta oxigenación: esto evitará la proliferación de algas que deterioren el estado general del espacio acuático, y permitirá la creación de un microclima al que acudirán, progresivamente, un buen número de especies animales que habitan el entorno. Representarán, también estas, una importante fuente de divertimento y educación para los más pequeños, a la vez que algunas especies de peces (podemos introducirlos manualmente nosotros mismos) y anfibios mantendrán a raya las comunidades de mosquitos, moscas y otros insectos.
No obstante, este tipo de zonas y espacios (como ocurre con barrancos, bordes, zanjas, rocas…) también presentan un grado de peligrosidad que nos obliga a tomar las medidas de protección oportunas. Un buen modo de incrementar el nivel de seguridad en espacios exteriores es empleando balizas luminosas, algunas de las cuales pueden estar alimentadas por energía solar mediante placas fotovoltaicas autónomas, incorporadas a la misma baliza. En otros casos, también es posible conectarlas a la red eléctrica general (con una derivación expresa para la alimentación eléctrica de los espacios exteriores). Sobre este asunto, destacando especialmente los capítulos dedicados a los componentes estancos y a la seguridad, recomendamos la Guía para la decoración de exteriores y jardines, disponible completamente gratis.
Como se describe en esta guía, los componentes más adecuados para instalaciones exteriores por el elevado nivel de seguridad y protección que ofrecen ante la acción de elementos como el agua y la humedad, el polvo, las heladas o las temperaturas extremas son los de la serie Simon Aqua 44. Se trata de componentes que ofrecen una protección de estanqueidad IP55, disponibles en una amplia gama de colores y acabados (también para empotrar o instalar en superficie), y que emplean los mecanismos de la serie Simon 27 añadiendo un gran abanico de funcionalidades y posibilidades a las que ya eran propias de la colección de componentes eléctricos para exteriores por excelencia (Aqua 44).
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