Protecciones eléctricas ante golpes, manipulaciones y vandalismo
Normalmente asociamos los daños de este tipo causados en las instalaciones eléctricas y sus componentes con la acción, voluntaria o involuntaria, de personas ajenas al entorno en el que se hallen concretados. Sin embargo, las estadísticas nos muestran que la mayoría de los accidentes eléctricos sufridos en entornos propensos a golpes, manipulaciones y acciones vandálicas se deben a la acción de personas y/o animales que los frecuentan habitualmente.
Descubre los tipos de protecciones eléctricas en otro tipo de entornos adversos con nuestra guía gratuita:
No trataremos aquí las particularidades y las especificidades de las instalaciones eléctricas en espacios abiertos al público, al tratarse de entornos normalmente sujetos a normativas y legislación muy concretas que, por norma general, obligan a contar con la participación de personal autorizado y con capacidad para certificar debidamente los proyectos eléctricos que se lleven a cabo en ellos. Escuelas, parques infantiles, industrias o zonas de ocio de diversa índole quedan, pues, fuera de nuestra consideración, aunque representen zonas de especial riesgo y por supuesto entornos adversos en lo que a instalaciones eléctricas se refiere.
Sí nos ocuparemos, en cambio, de domicilios con niños o mascotas, zonas de ocio particulares (de uso restringido o abierto a la participación de terceras personas ajenas al núcleo del hogar), talleres domésticos o pequeños negocios, considerándolas entornos de especial riesgo al hallarse altamente expuestos a golpes, impactos y todo tipo de percances.
Protecciones para instalaciones eléctricas frente a golpes, impactos y vandalismo
Antes de empezar este breve repaso a las principales medidas de protección y seguridad que podemos implementar a nuestra instalación eléctrica en este tipo de entornos adversos, es necesario recordar que el mantenimiento y la adecuada protección de componentes e instalaciones de cierta peligrosidad, como las de tipo eléctrico, es responsabilidad única del titular del espacio, por lo que cualquier accidente que tenga lugar en él puede acarrear consecuencias jurídicas de gravedad diversa. Esto es motivo de especial atención en el caso de edificios e inmuebles abandonados, de uso poco frecuente o fácilmente accesibles a personas ajenas a la propiedad.
Barreras físicas
Una de las medidas de protección más frecuentemente utilizadas para prevenir daños causados por golpes e impactos fortuitos son las barreras físicas, elementos normalmente arquitectónicos que protegen físicamente ciertos componentes de la instalación expuestos a sufrir este tipo de percances.
Pequeños muros, zanjas, o incluso pantallas de plástico o metacrilato pueden ser barreras físicas especialmente adecuadas para proteger componentes eléctricos en zonas de juego, frecuentadas por niños, en zonas habituales de paso o en entornos con presencia de mascotas y animales diversos.
Balizados
Existen numerosos tipos de balizas que pueden servir de un modo efectivo a la protección de instalaciones y componentes eléctricos en entornos adversos. Entre ellas, destacan las siguientes:
- Balizas lumínicas: son las más utilizadas para este fin, especialmente en entornos en los que escasea la luz natural o en zonas frecuentadas de noche. Existe un amplio abanico de posibilidades para instalar un balizado efectivo y seguro: desde balizas empotradas en suelos y paredes, hasta postes para señalizar las zonas de especial peligrosidad elaborados con material resistente a las inclemencias del tiempo, a los golpes y a los impactos de diversa consideración.
- Balizas sonoras: emiten sonidos intermitentes para advertir de la ubicación de ciertos elementos de riesgo. Algunas de ellas permiten regular la frecuencia del sonido, e incluso emitir en una frecuencia de onda que ahuyente a ciertos tipos de animales (pájaros, roedores, jabalíes…).
Componentes resistentes
Enchufes, interruptores, cajas eléctricas… cualquier componente de una instalación eléctrica expuesto a golpes e impactos puede sufrir daños que, más allá de su coste marietal, pueden dejar al descubierto partes de la instalación especialmente peligrosas (cableados, bornes…).
Para evitar la rotura de las tapas protectoras de estos componentes, comúnmente de plástico, en el mercado podemos hallar soluciones perfectamente adecuadas, elaboradas con materiales resistentes como el aluminio y el zinc, con una amplia gama de líneas y diseños.
Protección ante manipulaciones involuntarias y actos vandálicos
Roturas, robos, aperturas inconvenientes… son muchas las acciones que pueden conllevar a una manipulación inoportuna de los componentes de una instalación eléctrica, pudiendo causar daños de consideración a sus mismos autores y/o a su entorno.
Para cotejar la amplitud de soluciones disponibles al respecto, resulta de gran interés visitar la página en Internet de la serie Simon 27 Scudo, una serie de componentes especialmente diseñados para instalaciones eléctricas en entornos adversos.
Posts relacionados:
- Definición y características de un entorno adverso
- Clasificación de entornos según los riesgos
- Instalaciones eléctricas seguras en exteriores