Los aires acondicionados, como ya hemos mencionado anteriormente en otros posts, suelen requerir de una instalación eléctrica que, por las necesidades de potencia que revisten, por lo general debe contemplar con la suficiente antelación (en el momento de realizar la instalación) la posibilidad de alimentar a un equipo de estas características.

Los aires acondicionados tienen fama de ser equipos de acondicionamiento bastante caros desde el punto de vista energético, y esto no es porque sí: el sistema de refrigeración que acostumbran a usar debe, en primer lugar, tomar aire del exterior; tras ello, hacerlo circular por un circuito de refrigeración semejante al de una nevera y, por último, expulsar el aire frío para aclimatar la estancia en la que se hallen ubicados.

Hasta cierto punto, podríamos pensar en un refrigerador con la puerta permanentemente abierta, con el consiguiente gasto energético que esto representa, para hacernos una idea aproximada del consumo eléctrico que requieren.

Instalar un aire acondicionado no es difícil, aunque según el tipo de sistema del que se trate se deberán tener en cuenta algunos detalles específicos que enumeraremos a continuación, y siempre (excepto en el caso de los equipos portátiles) contar con el asesoramiento o la ayuda de un técnico especializado.

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Tipos básicos de aire acondicionado

Existen básicamente 3 tipos de aire acondicionado:

• De ventana: son los más utilizados para aclimatar una única estancia, o viviendas de espacios medios o reducidos. Incorporan en un mismo módulo el compresor, el evaporador y el ventilador, por lo que las molestias que generan en el interior de las viviendas a causa de los ruidos son mayores que las de otros sistemas.

• De split: son sistemas mixtos, con una unidad exterior y otra interior, por lo que el ruido que generan es muy inferior al de los otros dos tipos de aire acondicionado.

• Portátiles: prácticamente no requieren ningún tipo de instalación. Como los equipos de ventana, integran todos sus elementos en un único módulo, por lo que el ruido es mayor que los aires acondicionados de sistema split.

Cómo sacar el máximo partido a un aire acondicionado

En primer lugar, se debe tener muy presente que un aire acondicionado es un electrodoméstico que requiere una potencia mayor a la de otros electrodomésticos, por lo que es especialmente adecuado contar con una línea eléctrica propia que alimente al o los equipos que deseemos instalar. Para saber más acerca de esta cuestión, recomendamos descargar y leer la guía gratuita Cómo planificar la instalación eléctrica de tu vivienda, publicada por Simon.

Tras ello, es importante tener en cuenta lo dicho sobre el funcionamiento básico de un equipo de aire acondicionado para optimizar al máximo su uso y sacarle todo el provecho posible, reduciendo al mínimo el gasto energético derivado de su uso.

Cerrar puertas y ventanas para evitar escapes de aire frío y la entrada de aire caliente del exterior es básico para optimizar su rendimiento: no olvidemos que el equipo toma el aire del exterior (de la calle o del interior, según se trate de un sistema u otro), por lo que cuanto mayor sea la temperatura del aire que tome, más gasto energético se producirá. Por este motivo, ventilar la vivienda con el equipo apagado, y hacerlo en los momentos más frescos del día revertirá en un mayor y mejor aprovechamiento de la energía consumida, y reducirá nuestra factura eléctrica notablemente.

También es importante tener en cuenta lo dicho en los artículos anteriores sobre cierres, aislamientos, persianas y sistemas de automatización, de los cuales nos ocuparemos con más detalle en otros posts debido a las enormes ventajas que representan para ayudarnos a ahorrar electricidad en nuestras casas.

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