El uso, el desgaste, los pequeños accidentes e imprevistos en el hogar pueden provocar situaciones en las que tengamos que reparar grietas en paredes, por ejemplo. También existen más situaciones en las que es muy útil conocer y aplicar algunos consejos para saber cómo realizar pequeñas reparaciones domésticas con nuestras propias manos. En este post te contamos algunas de ellas para facilitarte un poco esta tarea.
Identificando grietas en paredes
Las paredes son susceptibles de soportar ciertas presiones y tensiones. Ello puede provocar pequeñas grietas o desconchados en la pintura que podemos reparar nosotros mismos. Sin ayuda de un profesional y con un poco de esfuerzo los resultados serán óptimos.
- El hecho de reparar con nuestros recursos los desajustes de nuestra casa nos provoca satisfacción
- Podemos ahorrarnos un dinero en la ejecución
- Siempre que el diagnóstico de la grieta no sea de daño estructural, podemos ponernos manos a la obra
Cuando vemos grietas en paredes, techos o fachada es importante discernir ante qué tipo de pared estamos: tabique o maestra. La intervención en uno y otro tipo no es la misma. Si se trata de una pared maestra, tenemos que saber que podemos arreglar estéticamente las grietas en paredes, pero estaremos alerta de cambios o movimientos en el resto de características de la pared.
Las grietas en paredes: tabique o maestra
En primer lugar, cuando detectamos una grieta en una pared y nos planteamos arreglarla por nosotros mismos, es importante saber qué tipo de muro es. Afinemos nuestro oído porque con unos golpecitos sobre el muro sabremos que si está hueco es tabique y si el sonido que transmite es más íntegro se trata de una pared maestra.
Esto es importante porque si viéramos que la pared está desviada, inclinada, etc, tenemos que tener claro que podemos reparar las grietas en paredes si lo deseamos, pero tendremos que acudir a algún experto para que estudie si tenemos un problema mayor. Resuelto esto, nos podemos poner manos a la obra.
Las grietas en paredes: reparar paso a paso
Tanto si ya te has convertido en todo un experto con su propio taller de bricolaje en casa como si no, la solución está a tu alcance. Una buena práctica es pasar la espátula con la que vayamos a trabajar de arriba abajo por la grieta. Recorrerla en un sentido y en otro. Esta acción acabará de eliminar el polvillo o las zonas que no se hayan desprendido, y de esta manera, la apertura quedará limpia. Cosa importante para lograr mayor adherencia del material que aplicaremos.
Para garantizar la máxima adherencia podemos hacer una capa de imprimación. La masa que apliquemos luego se agarrará mejor. Usa material para hacer la masa de secado rápido de tipo “aguaplast”, la textura resultante es mejor que sea blanda y fácil de moldear luego. Evita que sea demasiado espeso porque no será fácil de rellenar las grietas en paredes. Y lo mismo si es líquido, se te escurrirá de la grieta sin remedio.
Otras minireparaciones
Con esta misma técnica, podemos arreglar, por ejemplo, esquinas de paredes que se hayan desprendido. En ocasiones necesitamos echar mano del DIY para temas relacionados con la fontanería, electricidad y bricolaje casera. Los consejos más preciados para cualquier tipo de reparación es aplicar el sentido común siempre antes de proceder:
- Si está relacionado con la luz tendrás que averiguar si se trata de un problema de la casa o integral de toda la zona.
- Si vas a manipular enchufes o cañerías, asegúrate de haber cortado el suministro antes.
Posts relacionados:
- Cómo aislar una casa para protegerla del ruido, el calor y el frío
- Cómo decorar con corcho decorativo para paredes
Para saber más te recomendamos esta guía gratuita:
