El suelo de gres porcelánico se ha convertido en una tendencia decorativa imprescindible para entender el interiorismo moderno, en especial en exteriores. De ser una opción minoritaria, cuando no casi inexistente, ha pasado a ganar mucha presencia, a lo que contribuye su versatilidad. De hecho, este tipo de material no es exclusivo de los suelos, sino que en ocasiones se emplea también para revestimientos, tanto de fachadas exteriores como de paredes interiores.
El suelo de gres porcelánico consiste en una serie de baldosas de tipo cerámico y fabricadas con un sistema de monococción. Durante su proceso de creación se pueden extruir o prensar en seco, y destacan por su casi nula absorción de líquidos o porosidad, en especial del agua. Estas baldosas pueden ser esmaltadas o no esmaltadas. Aunque ya te indicamos cuáles eran los pros y contras de los suelos porcelánicos, esta vez te invitamos a que conozcas 4 cosas sobre los suelos de gres porcelánico que te van a sorprender.
1. ¿Cuál es la diferencia entre el gres normal y el gres porcelánico?
Mientras que el gres normal se emplea más en interiores, el gres porcelánico tiene su mayor uso en exteriores, puesto que, en general, es más indicado para lugares en los que pueda haber agua y humedad en forma de condensación, heladas, nieve, etc. Podría decirse que la durabilidad y resistencia del gres porcelánico, de hecho, es superior. En cuanto al precio, este último es más costoso, en una cantidad que puede oscilar entre un 40 y un 60%. También, el suelo de gres porcelánico, requiere más tiempo para su instalación, ya que para instalar un gres normal basta con usar una cola.
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2. El rey de la versatilidad
El suelo de gres porcelánico ofrece una enorme variedad de opciones, lo que resulta muy útil, dado que este componente tiene también una faceta decorativa importante. Podemos elegir entre numerosos colores, tonos y tactos. Además, muchos se decantan por el suelo porcelánico por su capacidad para copiar el efecto visual que generan otros materiales, como la madera, el mármol, el cemento o la piedra. También es posible elegir entre diferentes grosores y entre diversos tamaños de baldosas.
3. ¿Qué mantenimiento requiere?
Una de las ventajas de este material es el escaso y sencillo mantenimiento que necesita. Lavarlo con agua y detergente diluido será suficiente para que luzca perfecto. Aún así, si aparecieran manchas difíciles de eliminar, habría que utilizar un quitamanchas específico, que tenga cierto grado de acidez. Bastaría con verterlo encima de la mancha y frotar, con fuerza, con un cepillo de cerdas de plástico. A continuación se aclara y se friega con un producto habitual para limpiar los suelos. Los tonos y colores del suelo de gres porcelánico no se modifican por el efecto del sol, el hielo u otros fenómenos.
4. Es uno de los materiales más respetuosos con el medio ambiente
La sostenibilidad de los materiales que utilizamos en nuestra vivienda es una preocupación creciente entre un número creciente de propietarios. Por eso el suelo de gres porcelánico gana adeptos cada día, puesto que desde su producción ya se respetan los estándares medioambientales. Este material no requiere de resinas, barnices u otros productos químicos para que desempeñen en él un efecto impermeabilizante. Tampoco se utiliza el plomo para su pulido, ni emite gases nocivos de ninguna clase. En el caso de ser sometido a una fuerte temperatura, tampoco emite gases ni exhalaciones de ningún tipo.
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