Debemos considerar accesos a todas aquellas aberturas o espacios de comunicación con el exterior que se hallen en hogares, viviendas y locales comerciales de toda índole. No solo puertas y ventanas (lo que serían accesos principales, secundarios y aperturas explícitas), sino también conductos de refrigeración y calefacción, salidas para mascotas, garajes y trasteros más desprotegidos estructuralmente pero con acceso directo a viviendas, claraboyas y demás.
En primer lugar, pues, es muy aconsejable que se realice un plano detallado con cada uno de estos accesos, que representan en mayor o menor medida un punto débil para la seguridad de nuestra vivienda o comercio, antes de pensar en los dispositivos y sistemas electrónicos de seguridad que más nos convenga implementar.