Ordenadores de sobremesa y portátiles, cargadores de teléfonos móviles, equipos de sonido, videoconsolas, impresoras, pequeños electrodomésticos… todos estos dispositivos tan comunes en nuestro día a día tienen en común que emplean cables para conectarse a la corriente eléctrica. El problema que esto origina es la aparición de nudos que afean la estética de cualquier estancia. Además, demasiados cables equivale a riesgo de caída, un riesgo aún mayor si en la vivienda hay personas mayores o niños pequeños, que pueden entrar en contacto con más facilidad con ellos. Los pasacables son una excelente opción para solventar estos problemas, porque permiten conseguir un orden, evitar riesgos y mejorar la imagen de nuestro escritorio, nuestro mueble de televisión y otros.

¿Qué es un pasacables y en qué consiste su funcionamiento?

Un pasacables es un tubo que recoge uno o varios cables eléctricos y os lleva desde el acceso a la corriente eléctrica hasta cada dispositivo. También se denomina pasacables a ciertos anillos que desempeñan la misma función. Su material de fabricación suele ser el metal o el caucho y, de forma más habitual, el plástico, sobre todo el policloruro de vinilo (PVC) y poliuretano (PU). Con ellos se impide que los cables padezcan posible roturas o cortes y también quedan protegidos del efecto de los químicos o, en exteriores, de la luz solar.

Los pasacables suelen estar formados de una parte que es la que entra en los muebles para los que están diseñados, normalmente por una cavidad con salida al otro lado, y de la tapa, por la que los cables pasan. Cuando los cables se recogen porque se va a dejar de usar el equipo al que están conectados, los pasacables se pueden cerrar, o bien introduciendo en ellos la tapa o, según el diseño, girándolos.  

¿Cuántos tipos de pasacables existen?

La diversidad de pasacables que se pueden encontrar en el mercado es tal, que se puede asegurar que existe un pasacables para cada necesidad. Además de poder elegir entre los variados materiales de los que hemos hablado en el punto anterior, se pueden encontrar en diversos acabados, diámetros y longitudes, así como en varios colores y tonalidades. Los pasacables tienen un importante papel estético, por lo que los fabricantes comercializan una gran variedad de dispositivos de este tipo.

• Pasacables en forma de bandeja. Algunos escritorios se fabrican con su propia bandeja pasacables, lo cual representa una gran ventaja porque éstas se integran perfectamente en el color y el tono de la mesa.

• Pasacables de retícula. Esta opción es muy útil para ocultar cables debajo de una mesa de forma fácil y ordenada. Los cables quedan fuera de la vista y separados entre ellos, lo que permite acceder a cualquiera de ellos por separado si lo necesitamos.

• Pasacables caseros. Es posible instalar un pasacables en cualquier mueble de nuestra vivienda, de manera que ordenemos nuestros cables con facilidad.  Para ello necesitamos realizar un orificio en el mueble en cuestión y, a partir de ahí,  pasar por él los cables de manera ordenada. Con un taladro y una sierra, que puede ser de corona, además de un adhesivo para el perímetro de la tapa, será suficiente para obtener una zona limpia de cables y mucho más agradable a la vista.

Puedes completar esta información aprendiendo cómo camuflar cables con 6 trucos infalibles.

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